¡Vaya evolución! Cuando empecé en 1995 en un pequeño taller con solo dos calderas mezcladoras, no me imaginaba la envergadura que ROWE llegaría a tener. En la actualidad, vendemos nuestros productos en más de 80 países de todo el mundo y nuestra fábrica de Worms establece nuevos estándares de innovación y sostenibilidad. Tras casi 29 años, cederé la responsabilidad directiva el 1 de enero. El futuro estará entonces en manos de Alexandra, algo que también me enorgullece como padre.

Es increíble todo lo que mi padre ha conseguido y construido. También supone una muestra de fortaleza y merece un gran respeto que esté participando tan activamente en la transición hacia la siguiente generación para, de esta forma, asegurar el futuro de ROWE como empresa familiar. Me gustaría seguir construyendo sobre esta base y lograr que nuestra empresa coseche más éxitos. Los conocimientos técnicos de ROWE y nuestros productos pueden contribuir a lograr un auténtico progreso en numerosos ámbitos nuevos.

Estoy muy ilusionado con el futuro y muy agradecido por la confianza depositada en mí. Trabajaremos duro para abrir muchas más áreas de negocio para ROWE. Nuestros lubricantes y refrigerantes son necesarios. No solo en los vehículos, sino en la industria y dondequiera que haya movimiento y calor.